Una de las cosas que más me costó cuando mi hijo empezó su primer año en el colegio, fue el no saber que pasaba en su vida durante tantas horas.
Descubrí que era un especialista en encontrar una única palabra perfecta, que encajar a cada una de mis preguntas:
«Cariño, ¿Qué tal hoy en el cole?» = «Bien»
«¿Tienes muchos amigos?» = «Algunos»
«¿Te lo pasaste bien?» = «Sí»
«¿Qué tal con el profe?» = «Bien»
«¿Salisteis al patio? = «Sí»
«¿Qué te parece tu cole?» = «Grande»
…
Y así podíamos seguir indefinidamente hasta convertir la conversación en un interrogatorio policial.
¿Cómo saber si le costaba la adaptación? ¿Me contaría sus problemas en el futuro para que pudiera ayudarle? ¿Cómo detectar si algo dejaba de ir bien, si no me lo contaba?
Estudiando un poco sobre el tema, me di cuenta de que veía un problema en él, cuando en realidad era yo, la que me estaba equivocando sin saberlo. Las preguntas que les hacemos y nuestra actitud, marcan la diferencia en sus respuestas.
El problema principal es que aunque les veamos crecer muy rápido, su madurez comunicativa va desarrollándose poco a poco. Tienen que aprender a sintetizar, entender ironías, generalizaciones, bromas, expresiones y mil aspectos más, relacionados con la comunicación. Aunque los veamos mayores, aún les queda mucho camino que recorrer y tenemos que adaptarnos a ellos.
En general se podría decir que las preguntas demasiado amplias no funcionan muy bien con los niños. Si tu le preguntas a tu hijo «¿Qué tal el día?» o «¿Cómo te ha ido en el cole?», lo normal es que no sean capaces de resumir los acontecimientos más relevantes. Por ello nos encontramos principalmente dos tipos de niñ@s: los que se ponen a contar con todo lujo de detalles, todo lo que les pasó durante el día (sus padres suelen estar encantados porque se enteran de todo), y los que sintetizan al extremo lo ocurrido, en una o dos palabras (estos son los que nos generan más dudas). Entre medias tenemos al resto de niños, que se suelen acercar más o menos, a una de estas conductas.
Como padres, ¿qué es lo correcto? ¿no sería mejor esperar a que cuenten ellos lo que quieran, o a que sean mayores?
Sin duda hay que respetar los ritmos de los niños y no forzar conversaciones tensas donde ellos se sientan intimidados. Pero también es cierto que es bueno intentar que poco a poco se abran y nos vayan contando más cosas. La comunicación es una habilidad que requiere aprendizaje y entrenamiento. Si de pequeños tiramos la toalla y dejamos de preguntarles porque ellos no nos cuentan mucho, se volverán menos comunicativos y mucho más reservados.
ERRORES HABITUALES
- Etiquetar a un niño de tímido o introvertido, y dejar de intentar que tenga una comunicación fluida con nosotros.
- Interesarnos solo por lo que pasa en su vida cuando han cometido un error, buscando una confesión y no un diálogo.
- Proyectar una imagen de perfección. Hacerles sentir que nosotros nunca nos equivocamos, provoca que se avergüencen de sus errores y los escondan en vez de comunicarlos.
- Ser demasiado autoritario. Si tienen miedo a nuestra reacción al contarnos algo, no se abrirán a nosotros.
- Comparaciones con uno mismo, hermanos, u otros niños. Deterioramos su autoconfianza y encima no solemos ser justos en dichas comparaciones, ya que nos basamos en recuerdos o impresiones subjetivas.
CONSEJOS QUE TE AYUDARÁN
- Busca un ambiente relajado y distendido. Se trata de pasar un rato agradable contándonos mutuamente nuestras cosas.
- Utiliza preguntas concretas como las de la lista y dale tiempo a pensar sus respuestas.
- Puedes empezar contestando tú a las preguntas, para dar ejemplo y que no le cueste tanto abrirse.
- Si son varios hermanos, lo ideal es que cada uno tenga su oportunidad para hablar.
- Escucha con paciencia y sin terminar tú, sus frases o historias. A veces tardan en saber como expresarse, o son más lentos contando las cosas. Debes esperar respetando sus tiempos y transmitirle con tu atención, lo mucho que te interesa todo lo que te cuenta.
- Intenta escucharle sin interrupciones de llamadas, tele de fondo, cortarle para hacer otras cosas o hablar con otros…
- Respeta su intimidad. Resiste la tentación de contar lo que habláis a amigos o familia. Contarle a los demás en secreto eso tan gracioso que te ha dicho, suele terminar en que le pregunten sobre el tema para escuchar la historia de primera mano y que tu hijo pase vergüenza y se resista más a confesar algo la próxima vez. ¡Gánate su confianza!
15 PREGUNTAS INFALIBLES PARA CONSEGUIR MEJORES RESPUESTAS
- ¿Cuál ha sido tu momento favorito del día? ¿Y el peor?
- Si pudieras elegir un sitio en clase, ¿al lado de quién sería?
- ¿Con quién no te gusta jugar? ¿Por qué?
- Cuéntame algo que hayas aprendido hoy.
- ¿Has ayudado a alguien hoy?
- Si me encontrase a la profe por la calle, ¿Qué crees que me contaría?
- ¿Cuál es tu comida favorita en el comedor del cole? ¿Y la que menos te gusta?
- ¿Qué pasa cuando no te gusta la comida?
- ¿Cuál ha sido el momento del día en el que más te has reído?
- ¿Ha habido algún momento en el que hayas tenido ganas de llorar? ¿Por qué?
- ¿Has hecho algo que te haya parecido aburrido?
- ¿Quién crees que se porta mejor contigo en clase? ¿Y peor?
- ¿Con quién jugaste hoy en el recreo? ¿Dónde?
- ¿Quién crees que es la persona más divertida de tu clase? ¿Por qué?
- Si mañana tu fueras el profe, ¿Qué harías?
Pues ahora… ¡A probar!
No tienes por qué usarlas todas. Probablemente habrá algunas que funcionen mejor que otras, con tu hij@. Sólo tienes que encontrar, las que mejor encajan en vuestro caso.
Disfruta hablando con tus hijos y se convertirá en el mejor momento del día.
PARTICIPAR es la manera de que un blog sobreviva y crezca.
Deja tus opiniones y comentarios. Contestaré lo antes posible.
Y No olvides compartir en tus redes sociales para que esta información ayude a otros padres.
7 Comentarios
Sara Hermida
22/04/2018 at 21:38Gracias Cristina , me ha encantado!
Mi hija todavía no habla, pero lo tendré muy en cuenta cuando llegue el momento
Cristina Valiñas Prieto
25/04/2018 at 23:35Me alegro mucho de que te haya gustado la entrada. Es bueno leer recomendaciones que ayuden en cada etapa antes de que esta haya llegado. Te ayuda a no meter la pata sin darte cuenta y facilita el camino.
Vanessa
27/05/2018 at 14:24Súper las recomendaciones! Saber como les va en el colegio es lo que todo padre quiere, el mío es súper hablador pero cuando le pregunto que tal el cole, sólo dice: bien. A partir de mañana probaré estas preguntas, intuyo que será un éxito, gracias!!
Alicia
26/04/2021 at 22:49Hola buenas ,mi hijo no quiere contarme nada del cole ,le pregunto qué tal y me contesta o nada de nada o no quiero hablar del cole ,no sé realmente por qué será ,la profe me dice que va bien por qué me dijo al principio q era un niño q le constaba hacer las cosas grupales , no se pk no me querés contar lo que hace allí .
Cristina Valiñas Prieto
11/05/2021 at 17:35Hola Natalia,
Ante todo me gustaría recomendarte paciencia y que no te preocupes (Se que esto es complicado. Ser madre=preocupaciones). Los niños pasan etapas madurativas y cambian. Niños muy sociables pasan a ser vergonzosos, y otros muy reservados que se vuelven comunicativos.
El mejor consejo que te puedo dar es aplicable a cualquier aspecto a cambiar. Nuestros hijos aprenden lo que ven en nosotros, no lo que les decimos. La mejor manera de que tu hijo empiece a contarte lo que pasa en su día, es que tu inicies la rutina de hacer lo mismo. Aprovecha un momento tranquilo como cuando se va a dormir, y durante un tiempo cuéntale tu día como si fuera un cuento. Con el tiempo se irá abriendo y seguirá tu ejemplo. Incluso puedes plantearle un trato, «yo te cuento, tu me cuentas».
Espero que mi consejo sea de ayuda. Gracias por participar con tu comentario.
Usuario
16/05/2022 at 04:04Hola a mi hija la molestan le quitan las cosas en el jardín le dicen cosas feas y ella no me cuenta me dice todo bien mami siempre que le hacen algo agacha la cabeza y se queda en silencio no se como ayudarle a que se defienda y me cuente lo que sucede
Cristina Valiñas Prieto
04/08/2022 at 15:40Gracias por tu comentario.
La mejor manera de ayudarle es darle tiempo. Como cualquier otro cambio en nuestros hijos, lleva tiempo y práctica.
Lo primero intenta que no vea reacciones exaltadas por tu parte. Si nota que te preocupas mucho por lo que le dicen puede evitar contártelo para no ver una reacción de tristeza o enfado por tu parte, aunque no sea dirigida hacia ella. Aunque son pequeños, a veces son más sensibles a nuestras emociones que cualquier adulto.
Lo segundo es esforzarse por escuchar. Debemos evitar hacer muchas preguntas. Pocas y abiertas. No demasiado incisivas o directas.
Tercero, hay que predicar con el ejemplo. Que tal si en vez de preguntarle por una situación desagradable que ha vivido, le cuentas tus propias experiencias? Cuéntale adaptándote a su edad, una situación similar que hayas vivido tu misma y luego pregúntale si alguna vez le ha pasado algo así. Cuantas más cosas le cuentes tú, más te contará ella.
Espero que estas recomendaciones te ayuden.