Querido Papá Noel,
Creo que me he portado muy bien este año, y quiero pedirte una cosa muy importante. Espero que puedas ayudarme.
Esta Navidad no quiero que me traigas nada, sino que te lleves algunas cosas de mi casa. No es robar si alguien te da permiso, ¿no?
Necesito que desaparezcan todas las pantallas que tenemos: el portátil, el iPad, pero sobre todo, los móviles de mis padres.
Ellos se piensan que me gustan porque a veces veo fotos y videos, o por los juegos y YouTube. Pero la verdad es que los odio.
Odio que papá y mamá sigan trabajando con el ordenador, porque los abuelos dicen que antes, los trabajos no se traían a casa. Odio que se pierdan una carrera que gano en el parque, lo alto que subo con el columpio, un gol de un partido, o que no me vean decirles adiós desde el bus, porque estén mirando la pantalla del móvil.
Odio no oírlos hablar mientras preparan la cena, porque cada uno tiene su propia pantalla que les hace compañía. Odio posar para una foto y que luego estén 10 minutos mirando el teléfono, como si yo hubiera desaparecido. Odio que me metan prisa para llegar a los sitios, después de que ellos estén tocando botoncitos. Odio que cualquiera pueda interrumpir un momento divertido, con una llamada o mensaje. Odio que papá y mamá se disgusten tanto cuando se rompe el móvil, como si fuera un tesoro. Odio no ver su cara durante el festival de Navidad, porque me la tapa el móvil con el que graban un video. Odio oír los pitiditos de los mensajes desde mi cama, cuando piensan que ya estoy dormido.
Por favor, llévatelos para siempre. Seguro que queda sitio en tu carro cuando ya hayas repartido los juguetes de los otros niños.
No te pido nada más. Me encantan los juguetes que salen en la tele, pero prefiero que me devuelvas a mis padres y disfrutar con ellos de lo que ya tenemos.
Haz que vuelvan a verme, Papá Noel. Porque siento que me he perdido.
Reflexión
Lo peor de ser padres, no es la falta de sueño, ni quedarse sin tiempo para uno mismo, o perderse la última serie de moda.
Lo peor es lo rápido que se escapan los años que añoraremos el resto de nuestra vida.
No debemos olvidarnos de que los niños no dejan de observarnos e imitarnos. La dependencia actual que todos sufrimos en mayor o menor medida de los smartphones y demás tecnología, será heredada por nuestros hijos. Con el agravante de que ellos no habrán conocido un mundo sin móviles, tablets o demás dispositivos.
El mejor regalo que te puedes hacer a ti mismo, es disfrutar del momento. Lo más bonito que me han enseñado mis hijos, es a romper mis planes para disfrutar de lo impredecible.
¿Seremos capaces de cambiar de rumbo?
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5 Comentarios
Urbanandmom
08/12/2018 at 20:06Qué carta más bonita. Ojalá se pudiera llevar muchas de esas cosas que no queremos seguir manteniendo. El trabajo a deshora, las preocupaciones, las prisas…
Cuestion de madres
09/12/2018 at 11:48Me temo que muchos niños y niñas pedirían esto en sus cartas si se les diera la oportunidad. Más de los que desearía. Nosotros, por suerte, trabajamos los dos en casa y nos podemos organizar los horarios en función de ellos y… ¡¡creo que están cansados de nosotros!! jajajaja
Mis chic@s y yo
11/12/2018 at 18:23Tienes toda la razón, a veces las pantallas nos roban el tiempo para estar en familia. Yo no las haría desaparecer del todo pero si les daría un uso mucho más moderado. Hay que controlar lo que hacemos y sobretodo muy de acuerdo en que la vida pasa y lo que no disfrutemos ahora en unos años se habrá perdido para siempre y solo quedará el recuerdo.
Lai - asi piensa una mama
13/12/2018 at 10:10Una carta que invita a la reflexion y a replantearnos el uso de las pantallas y el tiempo que perdemos en ellas
30 y... y mamá
14/12/2018 at 09:31Maravillosa reflexión y muy muy de acuerdo con todo lo que dices. Me ha encantado!